Aprender inglés no siempre es fácil, lo sé. A veces se siente como un idioma imposible, lleno de reglas raras y excepciones que no tienen sentido. Pero también te digo algo: ¡sí se puede! Solo necesitas los métodos adecuados y los recursos que realmente te funcionen. Por eso hoy quiero compartirte algunas ideas que pueden hacerte el camino mucho más llevadero (y hasta divertido).
1. Hablar desde el día uno
Olvídate del miedo a equivocarte. Hablar es la mejor manera de mejorar, aunque sea con frases básicas. Lo importante es practicar y soltarse. Si tienes con quién practicar, ¡aprovéchalo! Y si no, hay muchas opciones online.
Tip: Busca clases grupales o intercambios de idiomas. (En DiClassroom, por ejemplo, tenemos grupales donde todos están igual de perdidos al principio, pero mejoran juntos.)
2. Rodearte de inglés
No tienes que irte a vivir a Londres. Basta con llenar tu día de cosas en inglés: series, canciones, redes sociales, podcasts, lo que sea. Así vas acostumbrando el oído y aprendiendo sin darte cuenta.
Mis favoritos:
Ver series con subtítulos en inglés (primero con subtítulos, luego sin)
Escuchar música y buscar la letra
Seguir cuentas en Instagram o TikTok que enseñen inglés
3. Apps que sí ayudan
Hay apps buenísimas para practicar vocabulario, gramática y pronunciación. No te van a hacer bilingüe por sí solas, pero sí son un gran complemento.
Las que recomiendo:
Duolingo (para empezar y no perder la rutina)
Anki (para memorizar vocabulario con tarjetas)
Tandem o HelloTalk (para chatear con nativos)
4. Leer y escribir un poquito cada día
No tiene que ser un libro complicado. Con leer artículos cortos, frases o posts en inglés ya estás entrenando tu cerebro. Y escribir, aunque sea un diario en inglés o unas notas, ayuda muchísimo con la gramática.
5. Traduce, pero no te cases con el traductor
Está bien usar el traductor, pero también intenta entender por qué algo se dice de cierta manera. Un buen ejercicio es traducir una frase tú mismo, y luego ver cómo lo haría alguien nativo.

En resumen: no hay una fórmula mágica, pero sí un montón de recursos que pueden hacer que aprender inglés sea menos frustrante y más efectivo. Encuentra lo que más te gusta, hazlo parte de tu rutina y, sobre todo, no te rindas
¿Tienes algún método que te haya servido? ¡Cuéntamelo en los comentarios
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